Los constantes cambios alrededor del mundo nos han demostrado a diario que las personas están dejando de lado su individualidad para comenzar a pensar de manera colectiva. En todos lados se busca la formación integral, con pluralidad de perspectivas y por sobre todo la aceptación de todas las realidades. Es en este contexto que cada vez se hace más recurrente el uso del Design Thinking o Pensamiento de Diseño “¿Qué es?” y “¿Cómo se aplica?” son algunas de las preguntas que responderemos en esta entrada.

¿Qué es el Pensamiento de Diseño?

El Design Thinking es un proceso cuyo objetivo final es la solución rápida de problemas. Para llegar a esa meta, en la mayoría de los casos se utiliza un equipo de personas que destacan por su creatividad e innovación, más allá de sus capacidades prácticas. La clave de esta metodología es mantener siempre como centro de todo al ser humano. Desde la atención y consideración del usuario final o target hasta la motivación del grupo encargado de trabajar en la creación de los productos y servicios que este usará.

La base del Pensamiento de Diseño es aplicar en un área de trabajo o en la vida cotidiana los distintos conocimientos, perspectivas y pensamientos que sean de utilidad para el objetivo final. En otras palabras, es ampliar el modo de pensar hacia lo abstracto, o como se dice popularmente, pensar fuera de la caja ¡Pero no todo depende de una sola persona! La idea es desarrollar un proyecto incorporando distintas voces mediante el trabajo en equipo.

Apliquémoslo en un ejemplo, si en un grupo creativo solo hay ingenieros, existe una alta posibilidad de que todos piensen similar. Pero, si ponemos al menos un integrante con una especialidad distinta, como un escultor, probablemente genere debates que no se habían pensado antes. Consultar una nueva perspectiva puede aportar detalles que muchas horas de trabajo pudieron pasar por alto, por lo que siempre será una estrategia conveniente a la hora de solucionar problemas.

¿Cómo aplicar el modelo Design Thinking?

imagen complementaria blog design thinking mano entregando una ampolleta a modo de metáfora de entregar una idea a un colectivoAunque no lo creas la metodología del Pensamiento de Diseño se utiliza desde la década de 1970. Surgió en la Universidad de Stanford pero su primera aplicación con fines lucrativos fue con la creación de la firma de diseño IDEO. El mismo fundador de esta, Tim Brown, impulsó la popularidad del modelo en el 2008 con una publicación realizada en la Harvard Business Review. Hoy podemos ver su aplicación en todo lo que nos rodea, especialmente en el desarrollo de UX Design.

Vivimos en la era del diseño. Desde la publicidad hasta el dispositivo en el que estás leyendo este blog fueron minuciosamente pensados para tu comodidad. El Design Thinking es importante a la hora de aplicar el pensamiento creativo porque permite al diseñador imaginar su proyecto en base al usuario final. Esto tiene como resultado un producto más eficiente sumado al ahorro que significa no cambiarlo tras su lanzamiento.

Sin importar si el objetivo es comercial, sin fines de lucro o personal, el Pensamiento de Diseño garantiza una producción efectiva. Por supuesto que no siempre el resultado será perfecto, pero sí irá bien encaminado a lo que el target quiere y necesita. Por esa razón, cada día son más las áreas que deciden utilizar el Design Thinking en su desarrollo.

El proceso del Pensamiento de Diseño

No importa el lugar dónde se aplique, el Design Thinking al igual que todo modelo debe seguir un orden. Todo el proceso debe guiarse por tres principios fundamentales: la empatía, la colaboración y la experimentación. Estos se aplican en seis pasos que darán como resultado un producto con altas probabilidades de éxito.

En una primera instancia, los primeros dos pasos comienzan encontrando el problema que el usuario final debe solucionar con el producto que se busca crear. Una vez completados estos pasos, el equipo deberá definir la solución por medio de ensayo y error. Este proceso es reiterativo, lo que significa que en caso de cualquier falla detectada en alguna etapa, los diseñadores pueden volver a la anterior. Lo importante es pasar al menos una vez por cada una de ellas.

La base del proceso creativo: Encontrar el problema

Lo primero que debes saber antes de comenzar cualquier proyecto es el objetivo del mismo. En el caso de querer crear un producto o servicio, debes saber cuál es la necesidad o problema que buscas solucionar con dicha creación. Así, podrás dirigir todas las ideas en función de esta sin desperdiciar tiempo ni recursos.

Según el modelo del Design Thinking la detección de problemas comienza con la empatía, nombre que se le da a la primera etapa del proceso. Esta consiste en conocer las experiencias, pensamientos y sentimientos de los usuarios potenciales, e incluso en explorar su entorno. El objetivo es definir qué fue lo que falló o faltó en productos similares al que se busca crear según sus propios consumidores.

Existen varias metodologías para llegar a estas respuestas tales como la observación, las entrevistas directas o la realización de customer journey maps. Lo importante es generar insights o hallazgos que guíen la creación o innovación de manera real y no aleatoria. Esta es la base del resto del trabajo por lo que siempre es bueno explotar todas las opciones posibles para generar una gran cantidad de información de calidad.

Tras haberlo conseguido se puede pasar a la siguiente etapa del proceso creativo que es definir lo que necesita o quiere el target. Para eso, el enfoque serán los insights que el equipo descubrió en la fase anterior. Una vez analizado todo podrán visualizar claramente el problema que debe ser resuelto o la clave para el mismo.

En esta parte del Design Thinking es clave definir problemas que realmente se puedan resolver. Una manera de hacerlo es pensar siempre en lo más sencillo e ir avanzando poco a poco a lo más complejo. Pensar siempre en los recursos y capacidades que tenemos al alcance nos hará ser más prácticos a la hora de diseñar.

Aplicación del pensamiento creativo: Encontrar la solución

imagen complementaria design thinking trabajo en equipo de diseño Tras las dos etapas anteriores continúa el proceso de validación en el mercado. En otras palabras, el de plantear e implementar una solución al problema. Aquí es donde se deja fluir la creatividad del equipo, sin embargo, no debemos olvidar que todo el proceso se enfoca en el usuario, por lo tanto también estará presente en las siguientes etapas.

Una vez definido un potencial problema, el grupo creativo debe idear sus soluciones. La innovación va de la mano con el realismo. De nada sirven ideas o diseños que no se podrán implementar, pero, aunque suene contradictorio, es necesario pensar en todas las opciones antes de descartar las inverosímiles. Por eso, para hacer más sencillo el trabajo, la herramienta más útil en esta fase es la lluvia de ideas ¡el pensamiento creativo brilla en este punto del proceso!

Luego, continúa la etapa de “pensar con las manos” o prototipar. Este es el momento de concretar un diseño rápido según lo concluido anteriormente. El resultado debería poder solucionar el problema. Es aquí donde se aterrizan las ideas para poder validarlas. La filosofía que el Design Thinking aplica en esta fase es la de “falla rápido, falla barato”. 

¡No importa si el prototipo falla, es aquí donde debe hacerlo y no tras su producción y lanzamiento al mundo!

Para saber si una maqueta o prototipo es funcional, existe la última etapa del Pensamiento de Diseño que es la de testear. Probar el producto no solo conlleva revisar su funcionalidad, también consiste en consultar a los usuarios sus opiniones. Muchos hablan de “cocrear” con el target. Solo ellos pueden decir lo que está bien y mal en el diseño y el producto creado.

Design Thinking y el diseño del ahora

El Design Thinking es un modelo que llegó para quedarse. Cada día lo vemos aplicado en más áreas debido a la necesidad de las empresas modernas por satisfacer a sus usuarios. El enfoque del mercado se centra hoy en las personas más que en las ventas dando como resultado que algunos observadores usen este tipo de pensamiento creativo de manera intuitiva.

Ahora que ya sabes cómo funciona el Pensamiento de Diseño ¿Qué esperas para implementarlo? No es necesario que seas un UX designer o un diseñador profesional para usarlo en tus propios proyectos, basta con que sigas estos pasos y veas algunos modelos para inspirarte. Recuerda que la imaginación y la creatividad son clave, pero como todo en la vida, mientras más los practiques mejores serán tus resultados.

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